Información General
Tierra esotérica, con profunda fe religiosa, dunas, valles y sol, Ica es el área agrícola por excelencia, donde campos de algodón, frijoles, espárragos, cítricos y viñedos se alternan con extensos desiertos con impresionantes estructuras y colores. En sus territorios se desarrollaron algunas de las civilizaciones más importantes del antiguo Perú, como Paracas y Nasca, que han dejado un legado que perdura a pesar del paso del tiempo, la arena y los vientos.
La Reserva Nacional de Paracas, un área natural protegida por el Estado, que proporciona un refugio para leones marinos, nutrias, pingüinos, delfines y más de doscientas especies de aves, es una necesidad. cuyos flamencos, aves migratorias de la orilla y aves del guano. En la provincia de Nasca, a poco más de 100 km de la ciudad de Ica, se encuentran las líneas de Nasca, uno de los enigmas arqueológicos más grandes del mundo, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Es una serie de líneas. y de dibujos gigantescos trazados en la arena, como la araña, el colibrí y el mono, que se pueden admirar con un sobrevuelo de la zona.
En el departamento también puede visitar las tiendas de vinos donde se produce un delicioso pisco y vinos de excelente calidad; la laguna de Huacachina, un hermoso oasis a pocos minutos de la ciudad de Ica, rodeado de dunas de arena; y Chincha, un valle que dio origen a la música negra peruana.
Datos Generales
- Altitud:
- Capital: Ica (406 metros sobre el nivel del mar).
- Mínimo: 2 metros (Paracas).
- Máximo: 3796 metros (San Pedro de Huacarpana).
- Clima: La ciudad de Ica tiene un clima soleado casi todo el año, con una temperatura promedio anual máxima de 32ºC (89ºF) y un mínimo de 9ºC (49ºF).
- Rutas de acceso:
- Terrestre: Lima-Ica: 303 km en el Sur Panamericano (4 horas en auto).
- Aérea: Vuelo Cusco – Pisco (semanal). Tambien hay un servicio de taxi aéreo desde Lima.
Atractivos Turísticos de la Ciudad de Ica
Reserva Nacional de Paracas
250 km al sur de la ciudad de Lima (3 horas). Repartidas en 335 mil hectáreas, este lugar es un refugio para lobos marinos, pingüinos de Humboldt, flamencos o parihuanas y muchas otras especies de aves. Se pueden hacer varias visitas a la reserva, ya que tiene muchos atractivos naturales y arqueológicos. Uno de ellos consiste en el Candelabro, un jeroglífico de más de 120 metros de extensión, apreciado desde el mar.
El Centro de Interpretación ofrece una interesante explicación de la biodiversidad y los peligros que enfrenta la zona, y el museo del sitio Julio C. Tello exhibe permanentemente piezas de la cultura Paracas que se encuentran en los cementerios locales. La Reserva, a donde llega por una calle adoquinada, está ubicada a 42 kilómetros de la ciudad de Ica; sin embargo, el acceso más fácil es desde la ciudad de Pisco (a 76 kilómetros de Ica). Es un refugio para lobos marinos (Otaria byronia), pingüinos de Humboldt, gatos marinos (lutra felina, nutria marina), delfines y una gran variedad de aves residentes y migratorias, entre las que destacan la gaviota gris II, el zarcillo (Larosterna inca, ave productora). guano), rayador (Rynchops niger, ave marina), chorlo ático (chorita), chuita (Phalacrocorax gaimardi, ave marina) y guanay.
La Reserva de Paracas tiene una extensión de 335,000 hectáreas que no solo son un paraíso natural, sino un importante centro arqueológico en el que se pueden encontrar vestigios de la antigua civilización de Paracas, con una antigüedad que data del 700 al 4.000 dC. Una comunidad de grandes artistas textiles cuyos mantos, de múltiples, constituyen verdaderas obras de arte.
En Paracas, se concentran importantes atracciones turísticas, como la Catedral, los Candelabros y las Islas Ballestas, así como las magníficas playas de Atenas, La Mina, El Raspón, Mendieta y Barlovento. Para aprovechar estos lugares fascinantes, puede realizar un viaje, tanto por tierra como por mar, y tomar el bote en la playa del Chaco, que se encuentra en la entrada a la playa en Paracas, antes de ingresar al área reservada. Una impresionante formación rocosa, trabajada por la erosión y la marea y coronada por una torre, se conoce como la Catedral. En sus acantilados, junto con los piqueros (Aves marinas que producen guano), viven las otras aves marinas, de modo que en la parte vasca, llamada bóveda, es posible observar el Gato Marino o Chinguno (Lontra marina), un animal difícil de encontrar en otras zonas.
Al norte de la península de Paracas, mirando hacia el mar y grabado en la arena, es posible observar un geoglifo llamado Candelabra o Tres Cruces, cuyo origen aún es una cantidad desconocida. Para algunos, este sería un símbolo que guió a los navegantes y pescadores en la primera mitad del siglo XIX. Pasear a lo largo de las islas Ballestas significa hacer contacto con la rica fauna de la reserva, especialmente con los lobos marinos, que se pueden observar durante la detención. Al sur de la Reserva, se encuentra Punta Arquillo, un acantilado que ofrece una vista impresionante del horizonte, islas y lobos marinos nadando en las olas. Con un poco de suerte se puede ver el majestuoso vuelo del cóndor en busca de alimento.
Otro punto interesante para visitar es la Bahia de la Independencia. Un viaje de dos horas y media en automóvil por los caminos arenosos de la Reserva, hacia el Suroeste. En esta bahía ocurrió el desembarco de José de San Martín, que inició su campaña liberadora en el Perú. La visita vale la pena si desea pasar un día tranquilo en la playa o si prefiere acampar. En este caso, la Cruz de Carhuaz es uno de los lugares más recomendables debido a sus amplias playas de arena y su mar tranquilo. Las diferentes playas ofrecen a los visitantes la oportunidad de nadar, pescar, bucear bajo el agua o practicar windsurf. Es conveniente prestar atención al entrar al mar, ya que la arena puede ocultar los “pastelillos” (pasticini) o las razas que pueden morder al pastor. Es recomendable usar zapatos cerrados o arrastrar los pies en la arena para asustarlos.
Reserva Nacional de Paracas: Islas Ballestas
Las Islas Ballestas forman parte de una de las reservas naturales más grandes del Perú. Se encuentran en Pisco (Ica), pero se puede acceder a ellas por la ciudad de Paracas. Está constituida por una agrupación de pequeñas islas compuestas por formaciones rocosas, donde hay una gran diversidad de fauna marina como pingüinos peruanos, lobos marinos y aves guaneras.
Estas islas están a dos horas de la costa de Paracas y 1 hora de la ciudad de Ica, y a 260 kilómetros de Lima.
Los turistas pueden disfrutar de los animales y la belleza de las islas, pero no pueden desembarcar en ellas. Las lanchas dan la vuelta completa a todo el lugar y se acercan lo suficiente para tomar fotografías y gozar de la bella vista.
A los 15 minutos de haber partido en la lancha, se verá un inmenso geoglifo conocido como el Candelabro o Tridente.
Al avanzar en el trayecto se observarán las islas habitadas por lobos marinos y aves guaneras. Quedarán impresionados de tanta belleza. Los lobos marinos, que posiblemente se acerquen hasta los botes, son sumamente amigables y muchos de ellos hacen maromas para las fotos.
Miles de aves marinas vuelan entre las Islas Ballestas y pueden llegar a verse sus nidos sobre las rocas, entre ellas tenemos al pelícano, cóndor y piquero. Las parihuanas o flamencos peruanos también forman parte de este hermoso hábitat.
Pocas lluvias y la falta de humedad hacen que no exista una rica flora. Sin embargo, las corrientes frías de Humboldt y las propias del mar de Paracas favorecen la presencia de plancton, fitoplancton y muchas variedades de algas. Un entorno idóneo para preservar su fauna.